Comprar una estrella es caer en un fraude

Cielos Boreales

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A lo largo de mis años como astrónomo aficionado son muchas las personas que me han preguntando dónde comprar una estrella o peor aún, me confiesan que han pagado dinero para comprar una. Lo cierto es que detrás de la venta de estrellas hay un intento de estafa.

Muchos de los anuncios de empresas que venden estrellas incluyen un certificado de autenticidad pero lo cierto es que el único organismo con potestad para poner o cambiar nombre a una estrella es la Unión Astronómica Internacional (IAU) y ésta se rige bajo criterios científicos sin ánimo de lucro así que olvídese de que pongan el nombre de su persona amada a una estrella, no va a pasar. Como explican en su página web son muy estrictos con la forma de nombrar objetos celestes y se desvinculan totalmente de las practicas comerciales que consisten en vender nombres de estrellas ficticios.

Si quieres regalar una estrella a una persona querida puedes hacerlo por tu cuenta con un folio y una foto o un dibujo de la estrella que tu quieras, será igual de original y tendrá la misma validez legal que ese supuesto certificado expedido por una empresa privada en Internet, pero mucho más barato.

No se puede comprar una estrella ni el nombre de una estrella. Este tipo de prácticas son fraudes.
Las estrellas pertenecen a toda la humanidad. No se puede comprar ni vender una estrella.

El timo de la venta de estrellas comenzó en el año 1979 cuando apareció la primera empresa que ofrecía estos servicios, la International Star Registy (ISR). En su página web afirman ser los únicos que tienen registro en la oficina de derechos de autor de los Estados Unidos como si eso fuera algo que les diera relevancia o autoridad. Lo cierto es que nosotros mismos podemos crear el «Atlas de estrellas de Cielos Boreales» y registrarlo como un libro más en tal registro y apuntar los nombres ficticios de nuestro catálogo como cualquier otra publicación de ciencia-ficción. Nadie, excepto nuestra propia conciencia, nos impide cobrar 100 o 200€ por añadir tu nombre al de una estrella en nuestro catálogo personal, no estaríamos haciendo nada ilegal.

Estas empresas ofrecen todo tipo de merchandising para aumentar sus beneficios; cuadros, pulseras, colgantes, tazas… durante estos últimos 40 años han ganado millones de dólares aprovechándose de los incautos que se dejaron engatusar. A menudo han usado incluso a populares actores de Hollywood para promocionar sus servicios.

Otros regalos con estrellas más éticos

Hay otro tipo de regalos basados en las estrellas que son un poco más éticos. Es lo que hacen algunas empresas y creadores particulares al vender cuadros con la representación de la esfera celeste en un día determinado para conmemorar una fecha especial como un aniversario, por ejemplo.

En este caso no te están ofreciendo ningún certificado ficticio, es solo una imagen de cómo se veía el cielo en una noche determinada. Puedes hacer esto tu mismo ayudándote de programas como Stellarium o hacer un planisferio fijo para una fecha determinada.

Otras empresas más originales venden productos que han estado casi en el espacio. Es lo que hace EarthtoSky, que pone colgantes y otros avalorios en globos de helio que llegan a la estratosfera para luego caer de nuevo.

En cualquier caso ¿Por qué regalar una sola estrella si puedes regalar millones de ellas? Regala un telescopio y estarás haciendo el mejor regalo posible para cualquier amante de las estrellas.

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