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Este fin de semana hemos estado en Zaragoza asistiendo al XXV Congreso Estatal de Astronomía (CEA). Teníamos muchas ganas desde hace años de asistir a uno de estos congresos pero la pandemia en 2020 truncó nuestra intención de poder asistir al de A Coruña.
Los congresos de astronomía son reuniones de astrónomos tanto profesionales como aficionados de todas las asociaciones de España en los que se realizan conferencias muy interesantes sobre trabajos realizados, en algunos casos incluso colaboraciones con profesionales. Y es que las colaboraciones Pro-am tienen cada vez mayor importancia y están resultado muy fructíferas.
Os resumo un poco las actividades del congreso para que os hagáis una idea de lo que se «cuece» en estos eventos, pero tan importante como las charlas es el poder conversar y conocer en persona a gente que solo conoces a través de Internet y aquí quiero hacer un especial agradecimiento a los que os acercasteis a saludarme personalmente y que me conocíais solamente de Internet. Un placer haberos puesto voz y cara a todos vosotros.
Llegada al congreso
Llegamos a Zaragoza el viernes por la tarde aunque no pudimos asistir al acto de inauguración y la primera charla ya que veníamos ya algo tarde (el viernes trabajaba) y además hubo un pequeño retraso en el check-in del hotel (la experiencia del hotel da para un post aparte, ya veréis). Resulta que en la recepción no encontraban nuestra reserva de habitación, yo ya pensaba que nos tocaba dormir acampados en la ribera del Ebro o a las faldas de La Pilarica. Afortunadamente y tras unas cuantas llamadas resolvieron el problema y pudimos dejar las cosas en la habitación y buscar un sitio para cenar. La casualidad hizo que coincidiéramos con otros compañeros del congreso en un bar de tapas cercano así que allí estuvimos cenando con ellos y charlando un rato. No nos recogimos muy tarde porque a la mañana siguiente empezaba «la chicha».
Segundo día de congreso, sábado
Después de desayunar salimos del hotel y cruzamos la calle para llegar al centro de congresos. Allí asistimos a la chala de Miguel Rodríguez Marco «Un observatorio urbano en condiciones extremas», donde nos habló de algunas actividades de fotometría o espectroscopía que se pueden realizar desde un balcón o una ventana con un telescopio. Miguel es autor del libro «Observación espectroscópica» de Marcombo.
Luego estuvimos en la charla de Iñaki Ordóñez-Etxeberría sobre la experiencia en un instituto de bachillerato en la construcción de una reproducción del rover Curiosity con impresoras 3D y arduino.
La siguiente charla de Jesús Carmona Morales sobre «El desconocido Bernini astrónomo» nos habló sobre algunas curiosidades de la plaza de San Pedro del Vaticano en relación a su orientación astronómica con respecto a los solsticios.
Tras una pausa para el café asistimos a otro par de charlas sobre la obtención de la curva de luz del pulsar del cangrejo y sobre una ocultación estelar por un asteroide.
Hubo otras charlas y presentaciones de carteles, lo único malo del congreso es que hay actividades paralelas y es imposible asistir a todas porque coinciden en el tiempo así que tienes que decidir previamente a cual de ellas quieres asistir. También hubo una obra de teatro (nos la perdimos porque nos fuimos a echar una siesta sabiendo que el día se alargaría bastante), que por lo visto estuvo muy bien por los comentarios que escuchamos. Nos perdimos la foto de familia pero podéis ver que hubo mucha gente.
Aquí es donde hago un inciso para hablaros de la segunda aventura en el hotel. Después de comer algo como os digo nos fuimos para echarnos una breve siesta y aguantar bien el resto del día que prometía ser largo. Resulta que al llegar a la habitación no funcionaba la cisterna del WC, así que llamé a recepción y tras un rato llega una chica de recepción y se pone a mirar aquello y dice que no hay personal de mantenimiento ¡What! ¿En un hotel enorme de 4 estrellas no hay una sola persona de mantenimiento? Pues mira, nos tienes que cambiar de habitación porque como tu comprenderás no voy a estar hoy y mañana sin usar el baño… total que llama a las chicas de la limpieza, si, a las pobres kellys que bastante hacen las pobres por los sueldos miserables que les pagan y claro, ellas poco pueden hacer porque no tienen ni herramientas. Así que insisto a la encargada, oye, me quiero echar una siesta, estoy perdiendo tiempo del congreso para descansar algo, o me cambias de habitación o aquí alguien va a poner una reclamación. Así que terminaron cambiándonos de habitación (a la más lejana del extenso pasillo) y ¡Sorpresa! en la nueva habitación no funciona el aire acondicionado. Nueva llamada a recepción y yo ya con un cabreo importante. El termostato está estropeado, pero me pongo a trapichear y tras un «golpecito» cariñoso empieza a salir aire frío solo que lo hace cuando seleccionas la opción de «calor» y siempre que no pongas el ventilador al máximo de potencia. Así se quedó, por lo menos nos aguantó el día que nos quedaba y pudimos echarnos un ratillo de siesta.
Ya por la tarde y de vuelta al congreso asistimos también a la asamblea de agrupaciones donde se acordó que el próximo congreso se desarrollará en Madrid en Noviembre de 2024 organizado por la AAM, así que no tendremos que desplazarnos muy lejos en la próxima edición.
Dentro de estos congresos también hay conferencias de astrónomos profesionales. En la tarde del sábado Julia Marín-Yaseli de la Parra nos habló sobre el estudio de las partículas de polvo del cometa 67P durante la misión Rosetta de la ESA.
Finalmente por la noche asistimos a la cena de gala en un restaurante de Zaragoza. Me ahorraré los detalles para no dar envidia y solo diré que estaba todo riquísimo.
Tercer día de congreso, domingo
El domingo por la mañana empezó con las charlas de Álvaro Martínez-Sevilla sobre la orientación estelar de las mezquitas en Al-Ándalus y Magreb, El padre de los planetarios, “Un rondeño andalusí” y La European Association for Astronomy Education (EAAE) por Tere Acedo del Olmo y Antonio R. Acedo del Olmo.
David Galadí-Enríquez, Ana Ulla Miguel y Amelia Ortiz Gil hablaron sobre el nodo español de coordinación de la Oficina para la Divulgación de la Astronomía de la Unión Astronómica Internacional y tras la pausa del café Alex Mendiolagoitia dio una charla sobre la perspectiva galáctica, algo muy interesante que ya nos dejó a muchos pensativos durante la sesión de formación de divulgadores FAAE hace unos días.
Joan Manuel Bullón, otra institución dentro de la astronomía amateur de este país, habló sobre el catálogo Ultra-Messier, una recopilación de objetos que va más allá del conocido catálogo de 110 objetos que se extiende de esta manera a más de 600 y que hará las delicias del astrónomo visual. Por cierto, no pude resistirme a no comprar su libro «Guía de Campo de los Catálogos Messier y Caldwell»
Montse Campas nos habló de su experiencia de más de 20 años cazando cometas y asteroides (personalmente esta fue una de las charlas que más disfruté), una oda a pasión y dedicación de astrónomos aficionados.
Finalmente antes de la pausa de la comida se desarrolló una mesa redonda Pro-am donde se comentaron brevemente algunos desafíos, virtudes y aspectos a mejorar todavía de este tipo de colaboraciones.
Antes de afrontar la tarde salimos a comer, íbamos un grupo grande y sin reserva así que a esas horas tampoco es que hubiera mucha alternativa. Nosotros al final optamos por ir al bar de tapas donde habíamos cenado el viernes pero de camino encontramos un gastrobar y nos decantamos por unas riquísimas hamburguesas.
Las sesiones de la tarde fueron de Enrique Velasco sobre OLED: Proyecto colectivo de observación de ocultaciones lunares de estrellas dobles (un proyecto que busca más colaboradores, por cierto) y a continuación Daniel Casanova (IUMA) habló sobre observación de escombros espaciales y asociaciones a través de analítica de datos.
Antoni Selva y Carles Schnabel hablaron sobre el grupo de ocultaciones OCULTAAS de Astrosabadell sobre ocultaciones lunares y Mercè Correa explicó la colaboración con el proyecto EXOCLOCK que permite a astrónomos el uso de telescopios profesionales mediante la colaboración pro-am en la medición de curvas de exoplanetas.
Tras la pausa del café Javier Cenarro nos habló sobre el Observatorio Astrofísico de Javalambre y Galáctica así como de los telescopios e instrumentación que allí se usa para cartografiar el Universo.
Tras la finalización de esta charla nosotros ya nos volvimos de vuelta a Madrid, no nos quedamos a la entrega de los premios FAAE ni al acto de clausura porque no queríamos llegar muy tarde a casa así que no nos despedimos de mucha gente (tampoco nos gustan las despedidas) así que prefiero volver a saludaros a todos el año que viene en Madrid.
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