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Después de una de las peores temporadas meteorológicas, con un diciembre muy lluvioso, por fin pudimos programar una salida a la caza de Marte en una breve ventana de 2 días despejados coincidiendo con las fechas navideñas.
Cargué el SC8″ y la AZ-EQ6 en el coche con los complementos de astrofoto planetaria. Las cámaras, ADC, la barlow y el ordenador y salimos de casa antes de que atardeciera. En estas fechas tan próximas al solsticio de invierno la noche comienza muy pronto y a las 17:30 ya estábamos en el lugar de observación en la Sierra montando el equipo. Como había llovido mucho los días previos esperábamos una humedad relativa muy alta. La temperatura era fresca pero no fría, o al menos no tan fría para finales de diciembre.
Mientras el tubo se aclimataba empecé a alinear a la polar con el Polemaster y a hacer los primeros puntos de sincronización con el Cartes du Ciel para que los GoTos de la montura fueran cada vez más precisos. Busqué también una estrella próxima a Júpiter para colimar. Me sorprendió encontrar el telescopio bastante más descolimado que otras veces pero tras unos cuantos ajustes sobre una estrella desenfocada sobre los tornillos de colimación quedó todo perfecto.
Como Marte todavía tenía que subir más y Júpiter en cambio estaba en descenso decidí tirarle unos vídeos al gigante gaseoso antes de que fuera demasiado tarde. Primero puse la QHY5iii462C porque es la cámara que más conozco pero la idea era probar luego la SV305 Pro para comparar. A pesar de que el tubo no estaba totalmente aclimatado se apreciaba que había un buen seeing y se distinguían bastantes detalles de las bandas ecuatoriales de Júpiter.
Una bonita Luna en fase creciente y con un poco de luz cenicienta completaba una estampa espectacular en el cielo junto a Júpiter, Marte y las constelaciones invernales. Allí estaba Orión, como siempre majestuosa, Tauro y las Pléyades, Capella en Auriga… la transparencia era bastante buena a pesar de la humedad que empezaba a levantarse. El termómetro IR daba un valor de -25C para la zona cenital. No saqué el SQM porque la Luna falsearía los valores y además la contaminación de los adornos navideños de los pueblos próximos también afectarían.
Tras capturar unos vídeos de Júpiter pasé a apuntar a Marte, revisé la colimación y empecé a capturar otros vídeos. Se apreciaba notablemente el casquete polar y la zona oscura de Syrtis Major, una gran zona mesetaria. La temperatura comenzaba a descender y ya estábamos a unos 6º soportables gracias al buen abrigo que me regalaron el año pasado. Dimos cuenta del bocadillo mientras seguíamos capturando vídeos de Marte y contemplando el cielo estrellado.
Después de quedarme satisfecho con las capturas realizadas cambié la cámara y empecé a usar la SV305 Pro para comparar. Aunque la tasa de frames no era tan alta como con la QHY5iii462C se comportó muy bien, con una buena sensibilidad y detalle mientras ofrecía una tasa de captura bastante buena.
Lamentablemente no pude estirar más la sesión porque la lámina del SC8″ empezó a empañarse. La cinta calefactable falló y el parasol ya no era suficiente para contener la humedad. Estaba todo chorreando, el tubo, la mesa, el parasol del ordenador… así que tras darme por satisfecho con el material obtenido decidimos recoger a eso de las 23:00. Sin duda había sido una noche muy productiva.
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